El cierre de la UTI en el contexto de la criptomoneda $LIBRA
El pasado 14 de febrero, el Presidente de la Nación, Javier Milei, generó polémica al promover la criptomoneda $LIBRA a través de sus redes sociales. Esta decisión desató una serie de reacciones no solo a nivel nacional, sino también internacional. Pocos días después, el Gobierno Nacional tomó la decisión de cerrar la Unidad de Tareas de Investigación (UTI), creada para abordar las acusaciones relacionadas con esta controvertida promoción. El decreto correspondiente, firmado por Milei y el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, fue publicado en el Boletín Oficial, lo que marcó un cambio en la estrategia del gobierno frente a las crecientes críticas.
La UTI, aunque cumplió con su cometido de recopilar información, dejó tras de sí un legado de incertidumbre. La palabra "rug pull" ha resonado con fuerza, describiendo la situación caótica que enfrentaron muchos inversores que se dejaron llevar por la promoción del Presidente. La falta de transparencia en torno a la criptomoneda y los impulsos iniciales de adquisición llevaron a pérdidas millonarias cuando los desarrolladores del proyecto se retiraron abruptamente. Esta situación generó un clima de desconfianza, no solo hacia el gobierno, sino también hacia el futuro de las inversiones en criptomonedas en general.
En este contexto, el impacto va más allá de las fronteras argentinas. En Estados Unidos, se ha presentado una demanda colectiva acusando a Milei de realizar una "promoción engañosa". La justicia investiga posibles delitos económicos y conflictos de interés que involucrarían a funcionarios del gobierno. El Ministerio Público Fiscal está decidido a esclarecer las circunstancias detrás de esta polémica, lo que añade una capa de complejidad a un caso que ya de por sí es controvertido. A medida que se desarrolla la investigación, la falta de información oficial por parte de la UTI mantiene la intriga sobre el futuro de estos procedimientos legales en Argentina.