Un Cambio en el Gabinete: Diego Santilli Asume como Ministro del Interior
Durante una ceremonia llena de expectativas en la Casa Rosada, Diego Santilli fue oficialmente nombrado ministro del Interior, sucediendo a Lisandro Catalán. La ceremonia, encabezada por el presidente Javier Milei, se llevó a cabo con la presencia de familiares, amigos y diversas figuras relevantes del actual gobierno. Entre los asistentes se encontraban la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei, el jefe de Gabinete, Manuel Adorni, y otros ministros clave, como Luis Caputo, de Economía, y Luis Petri, de Defensa. Este acto se produce en un contexto donde el gobierno busca reestructurar su gabinete y fortalecer la relación política con las provincias.
La asunción de Santilli llega en un momento crucial para la administración Milei, que está decidido a llevar a cabo reformas consideradas ambiciosas y complejas. Justamente, el reciente triunfo electoral del presidente ha dado un nuevo impulso a su gestión, permitiéndole plantear una serie de propuestas legislativas que son fundamentales para su visión de gobierno. Con esto, el equipo de Milei espera establecer un nuevo esquema parlamentario que le permita avanzar en las reformas de “segunda generación”, comenzando con el debate sobre el Presupuesto para 2026, un tema que ha tomado protagonismo en la agenda del Ejecutivo.
El trabajo que se avecina no se limita a la discusión del presupuesto. Milei ha destacado la importancia de otras propuestas clave, como la presunción de inocencia fiscal y la simplificación de las declaraciones juradas de ganancias. El objetivo, tal como lo expresó el presidente, es “dejar de ver a los ciudadanos como sospechosos potenciales” y restablecer la confianza en las instituciones. Para el próximo año, se espera también la discusión de reformas estructurales que abarcarán aspectos tan diversos como la reforma tributaria, la flexibilización laboral y la reestructuración del sistema previsional. Cada una de estas iniciativas tiene como propósito modernizar y optimizar el funcionamiento del Estado, en un contexto donde la necesidad de cambios profundos es más apremiante que nunca.


