La Tragedia de la Lancha Bruma: Un Llamado desde el Dolor Familiar
El 30 de marzo, la tragedia del naufragio de la lancha pesquera artesanal Bruma impactó profundamente a la comunidad de Coronel, en la Región del Biobío. Siete pescadores desaparecieron tras una colisión con el barco industrial Cobra, de la empresa Blumar, y desde entonces, las familias de las víctimas han buscado respuestas y justicia. Catalina Medel, quien perdió a su padre y a su hermano, se presentó ante la Comisión Especial Investigadora de la Cámara de Diputados para relatar su desgarradora experiencia. Conmovida, expresó el dolor que lleva consigo y el vacío que ha dejado esta calamidad en la vida de su familia y de las otras afectadas.
Catalina narró la angustia que vivió durante la espera de noticias, cuestionando la falta de acción de la Capitanía de Puerto y de la Armada. "¿Por qué no despegó un helicóptero?", se preguntó, resaltando que fue una lancha artesanal, y no una autoridad, quien llegó al lugar del accidente. Esta situación refleja un evidente abandono institucional que intensifica el sufrimiento de las familias. Además, Medel hizo un llamado desesperado para que los nombres de las víctimas, como José Medel González y su hermano, no sean olvidados ni queden en el olvido, instando a la necesidad de una investigación exhaustiva y a la implementación de leyes que garanticen la seguridad en la pesca artesanal.
Por su parte, Claudia Urrutia, dirigente gremial, complementó el testimonio de Catalina exponiendo las falencias en la regulación del sector pesquero. Urrutia argumentó que las embarcaciones industriales, que continúan operando sin adecuada supervisión, ponen en riesgo a los pescadores artesanales. Denunció que varios barcos no respondieron a las llamadas de ayuda y resaltó la carencia de actualizaciones en los reglamentos que protegen a las embarcaciones más pequeñas. Un hecho escalofriante que destacó fue el hallazgo de equipos de seguridad intactos entre los restos de la Bruma, lo que sugiere una falta de preparación ante la tragedia. Esta situación evidencia no solo la vulnerabilidad de la pesca artesanal, sino también una burocracia que parece ignorar la urgencia de reformar el sistema de seguridad y rescate en el mar.
