Adiós Sui Géneris: Un Hito en la Historia del Rock Nacional
El 5 de septiembre de 1975, el Luna Park se convirtió en el escenario de uno de los momentos más emblemáticos del rock argentino: el recital Adiós Sui Géneris. Este evento no sólo marcó un adiós para Charly García y Nito Mestre, sino que también representó un antes y un después en la música nacional. Miles de fans se reunieron para despedir a un dúo que había resonado en los corazones de muchos. La combinación de un vestuario llamativo —Charly luciendo un smoking blanco y galera, mientras Nito optó por una blusa sencilla— y la potente presencia escénica de los músicos, Rinaldo Rafanelli en bajo y Juan Rodríguez en batería, comprometía la energía del lugar. Aunque se pensaba que sería un cierre definitivo, curiosamente, el dúo siguió realizando presentaciones ese mismo año, lo que demuestra que el impacto de aquella noche fue mucho más que un simple adiós.
A medida que el 50 aniversario de ese recital se acerca, Nito Mestre se prepara para celebrar en el Teatro Ópera, un evento que promete revivir la magia de aquel 1975. Mestre, en una reciente conversación, reflexionó sobre la evolución de la logística en los conciertos actuales en comparación con los de antaño: “Ahora se requiere mucho más: pantallas, ensayos, monitores…”, dijo. En aquel entonces, los músicos compartían apenas unos monitores, y las luces se obtenían de un préstamo de Los Jaivas, un conjunto chileno. A pesar de una película que quedó oscura debido a la falta de iluminación adecuada, el legado de esa noche sigue vivo. Además, Mestre anticipa que el próximo show no será una mera rememoración sino una celebración vital del paso del tiempo y de cómo las canciones han madurado junto a ellos.
En la conversación también emergen anécdotas de la compleja historia del grupo, revelando conflictos, visiones diferentes y el cambio en su dinámica, a medida que más músicos se unieron. La decisión de realizar su último espectáculo no fue sencilla; incluso, se consideró dos Luna Park, pero el destino parecía dictar otra cosa. Sería, irónicamente, una propuesta de Jorge Álvarez, su manager, la que los impulsó a hacer un gran show final. Lo que comenzó como una despedida terminó siendo un recordatorio de la conexión entre los integrantes y su mensaje: el rock no solo es música, es un estilo de vida lleno de historias, desafíos y renovaciones. En cada acorde y letra, Adiós Sui Géneris permanece en la memoria colectiva como un pilar fundamental en la cultura rockera de Argentina.