Descubriendo el Helvecia II: Un Tesoros Escondido en Bariloche
En el corazón del lago Nahuel Huapi, el hallazgo del vapor Helvecia II no solo enciende la curiosidad histórica, sino que abre las puertas a un mundo de posibilidades turísticas que pueden enriquecer la experiencia de quienes visitan Bariloche. Este barco, hundido hace más de un siglo, se presenta como un verdadero relicario de la época pionera de la región. Según Nicolás Mazzola, quien lideró la búsqueda, este descubrimiento es un evento cultural que merece ser compartido a través de diferentes medios. Junto a su equipo, Mazzola trabaja en un documental titulado "La búsqueda del Helvecia", y Pablo Sigüenza ha publicado un libro que explora detalladamente el naufragio, el olvido y el eventual hallazgo del barco.
Lo que hace al Helvecia II aún más fascinante es su estado de conservación, lo que permite imaginar diversas formas de explotación turística. Sigüenza explica que, dado que los restos son propiedad del Estado nacional, se han formado comités de estudio y manejo. Una de las ideas que se plantean es la creación de un museo donde se puedan exhibir objetos recuperados del barco, permitiendo a los visitantes entender mejor la historia de esta emblemática embarcación y el papel que tuvo en la vida de Bariloche. Además, se podría considerar la posibilidad de realizar visitas subacuáticas controladas por operadores de buceo certificados, ofreciendo una experiencia única para los amantes de la aventura y la historia.
Sin embargo, no todo es viable sin una inversión estratégica y un manejo responsable. Sigüenza advierte sobre los peligros de extraer el barco sin un lugar apropiado para su conservación, lo que podría llevar a su deterioro y eventual desaparición. Por otro lado, la instalación de cámaras subacuáticas podría ayudar a monitorear el estado de la embarcación, permitiendo a los visitantes ver imágenes en tiempo real y así mantener viva la conexión con este tesoro hundido. Cada una de estas iniciativas ofrece un potencial enorme para atraer tanto a turistas como a investigadores, cimentando la relevancia cultural del Helvecia II y asegurando que su legado perdure para las futuras generaciones.