Paro de Pilotos: Impacto en los Aeropuertos de Ezeiza y Aeroparque
En los últimos días, la tensión en el sector aeronáutico argentino ha alcanzado un pico crítico debido a la inminente huelga de pilotos convocada por el gremio APLA. Este paro, que comenzará el martes 10 de junio a las 18 horas y se extenderá hasta las 2 de la madrugada del día siguiente, ha puesto en alerta a las autoridades y a miles de pasajeros. Los aeropuertos de Ezeiza y Aeroparque, como principales puertas de entrada y salida internacional y nacional, se verán especialmente afectados. Las cancelaciones y reprogramaciones de vuelos no solo alterarán los planes de viaje, sino que también suscitan una serie de inquietudes sobre el futuro del transporte aéreo en Argentina.
La convocatoria del paro responde a una serie de desencuentros entre el gremio de pilotos y Aerolíneas Argentinas, que ha anunciado la cancelación de 22 vuelos y la reprogramación de otros 28, lo que afectará a más de 6.000 pasajeros. Las pérdidas económicas se estiman en alrededor de 1,1 millones de dólares. En este contexto, el gobierno ha decidido no implementar la conciliación obligatoria, argumentando que las cuestiones en juego son más políticas que laborales. Esto refleja una lucha más amplia sobre prácticas y regulaciones dentro del sector, contexto en el cual los pilotos sienten que sus voces no están siendo escuchadas adecuadamente.
Uno de los detonantes de este conflicto ha sido el Decreto 378/2025, que revisa los tiempos máximos de vuelo y descanso. Aunque busca otorgar más autonomía a las aerolíneas, genera preocupación entre los pilotos, quienes advierten que las modificaciones podrían poner en riesgo tanto sus condiciones laborales como la seguridad de las operaciones. El gremio, liderado por Pablo Biro, ha expresado su preocupación por incumplimientos de la empresa en temas como los salarios y fallas técnicas recurrentes, que aseguran tienen un impacto directo en la seguridad durante el vuelo. Esta situación ha llevado a los pilotos a tomar medidas drásticas, lo que pone de manifiesto la tensión existente en un sector crucial para la movilidad en Argentina.
