La victoria de Facundo Dudulec en el Gálvez
Facundo Dudulec, origami proveniente de Berazategui, ha estado compitiendo en el mundo del simracing durante ocho años, defendiendo los colores del equipo de esports 9z. Este fin de semana, tras haber realizado su influencia en simuladores, logró algo que muchos soñadores anhelan: ganar una carrera real. Se trató de su segunda participación en la Copa Abarth, una categoría donde la igualdad de condiciones brinda una emocionante paridad en la competencia. Su triunfo no solo consagra su esfuerzo en el automovilismo virtual, sino que también es una puerta abierta hacia nuevas oportunidades en el automovilismo nacional.
Un camino forjado con esfuerzo
Dudulec, a sus jóvenes 25 años, ha cosechado logros impresionantes desde que empezó a competir a los 17. Ya ha dejado su huella en acontecimientos internacionales, como el FIA GT World Tour en París y Nueva York, así como en la Logitech G Challenge en México, donde se consagró campeón. Sin embargo, su última hazaña es la más significativa. A pesar del costo total de 6 millones de pesos para participar en la Copa Abarth, que incluye gastos como neumáticos y mecánicos, Facu decidió afrontar el reto y, gracias a la ayuda de amigos y una rifa que organizó, pudo subirse a un auto real en el Gálvez, un sueño que creía lejano.
De lo virtual a la realidad
En su segunda aparición en el Gálvez, Dudulec mostró una sorprendente adaptación, finalizando segundo en la clasificación antes de alzarse con el primer puesto en la carrera. “Estuve todo el fin de semana adelante y estoy súper satisfecho”, comentó emocionado tras la competencia. Su experiencia como simracer le permitió manejar el auto con una destreza admirable, resaltando la similitud en las maniobras y el trazado de los circuitos. Sin embargo, no escondió la realidad de su situación financiera: “Estoy endeudado, pero soy el tipo más feliz del mundo”. Las palabras de Dudulec reflejan no solo su amor por el automovilismo, sino también la lucha constante de quienes persiguen un sueño en un deporte tan exigente, donde la pasión y el esfuerzo se entrelazan con las finanzas.
