Por qué algunos trabajos resisten la inteligencia artificial y otros desaparecen
Por Opy Morales
La complejidad de las tareas humanas
La inteligencia artificial (IA) ha avanzado a pasos agigantados, transformando la forma en que trabajamos y nos relacionamos con la tecnología. Sin embargo, no todos los trabajos están igualmente amenazados por esta revolución. Las tareas que requieren creatividad, empatía y un razonamiento crítico complejo son menos susceptibles a ser reemplazadas. Por ejemplo, profesiones como la psicología, el diseño gráfico o la educación se nutren de aspectos emocionales y humanos que son difíciles de replicar por una máquina. Como bien señala un experto en el tema, “la IA puede procesar datos, pero la conexión humana es única y no se puede programar”. Este tipo de habilidades son esenciales en muchas profesiones, lo que les permite resistir el avance implacable de la inteligencia artificial.
La automatización y el trabajo repetitivo
Por otro lado, hay trabajos que son más susceptibles a la automatización y que, por ende, enfrentan un mayor riesgo de desaparición. Las ocupaciones que involucran tareas repetitivas y predecibles, como la manufactura o la administración de datos, son las que están bajo mayor amenaza. La IA puede procesar información a velocidades y niveles de precisión que ningún ser humano puede igualar, lo que lleva a las empresas a optar por máquinas en lugar de empleados. Un informe reciente indica que “los trabajos que dependen de rutinas son los más vulnerables a ser automatizados”. Aquí, el factor clave es la capacidad de la IA de realizar tareas con mayor eficiencia y menos errores, lo que hace que algunas posiciones laborales se vuelvan obsoletas.
La adaptabilidad del ser humano
A pesar de la creciente presencia de la inteligencia artificial, hay un rasgo humano que sigue siendo extremadamente valioso: la adaptabilidad. Los trabajadores que pueden aprender nuevas habilidades, adaptarse a nuevas tecnologías y desempeñar múltiples roles en el ámbito laboral tienen una ventaja considerable. Esto incluye a aquellos en sectores como la salud, donde la interacción humana y la capacidad de tomar decisiones rápidas y éticas son primordiales. Tal como se menciona en un estudio de tendencias laborales, “la flexibilidad y la disposición a aprender serán las monedas de cambio del futuro”. Así, mientras que ciertos trabajos pueden desaparecer, la evolución del mercado laboral también abre espacios para nuevas oportunidades y roles que requieren una interacción humana más profunda y matizada.