Inseguridad Sanitaria y Económica en la Patagonia
El reciente anuncio de la resolución 180 del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), que permite la entrada de carne con hueso al sur del río Colorado, ha encendido alarmas en el sector ganadero de la Patagonia. Esta región, conocida por ser libre de aftosa sin vacunación, se encuentra en una situación delicada. Leandro Ballerini, presidente de la Sociedad Rural de Bariloche, explica que el plazo de esta flexibilización se ha definido en un momento crítico: el inicio de la zafra de terneros. La reacción inmediata se tradujo en una caída en el precio del ternero en pie, que sufrió una baja del 25 al 30%. Este descenso, advirtió Ballerini, no refleja una mejora en los precios del consumidor, lo que añade una capa de especulación al ambiente ya tenso.
Además de las implicaciones económicas, el presidente de la Rural destaca que hay riesgos sanitarios considerables. Recordó que hace más de dos décadas, los productores de la Patagonia trabajaron arduamente para conseguir el estatus de región libre de aftosa sin vacunación, algo que abre puertas a mercados internacionales. Al permitir la entrada de carne con hueso, el Gobierno parece retroceder en esos avances. Ballerini señala que mientras en otras partes del mundo se busca mejorar la sanidad animal, en la Patagonia se están tomando decisiones en sentido contrario. La preocupación va más allá del impacto inmediato en los precios; implica el riesgo de que la introducción de carne potencialmente portadora de aftosa amenace la salud del ganado local.
El malestar no solo queda en la resolución 180. Recientemente, la derogación de la Ley Ovina, que había sido un pilar del apoyo a los pequeños productores desde 2001, también ha generado descontento. La falta de financiación y apoyo estatal ha dejado a muchos ganaderos sintiéndose desamparados. Ballerini critica que el Gobierno actual, al igual que el anterior, parece no entender la realidad de la producción ganadera en la Patagonia. En lugar de avanzar en políticas que fortalezcan el sector, las decisiones tomadas parecen estar ignorando las necesidades y las particularidades de estas comunidades productivas, lo cual añade un nivel de complejidad y urgencia a la situación.