Detención de Tomás Cuesta: Un episodio de represión en la cobertura periodística
El pasado miércoles, el fotógrafo Tomás Cuesta, quien trabaja para la agencia AFP (Agence France-Presse), fue detenido por la Policía Federal Argentina (PFA) mientras realizaba su labor en una manifestación de jubilados frente al Congreso. La marcha se produjo en un momento crítico, ya que el recinto legislativo no logró alcanzar el quorum necesario para debatir sobre la recomposición de los haberes jubilatorios. La atmósfera tensa se intensificó al darse a conocer la falta de avances en cuestiones que afectan directamente a los adultos mayores, quienes salieron a reclamar sus derechos.
La detención de Cuesta fue violenta, según testigos, quienes documentaron el momento en que fue inmovilizado por efectivos de seguridad. La situación se tornó caótica, con Cuesta exclamando en medio de la represión: “¡Me estás lastimando! ¡Me estás lastimando, hijo de puta!”. Este tipo de interacción entre ciudadanos y fuerzas de seguridad genera gran preocupación en el ámbito de la protección de la libertad de prensa. Paralelamente a su arresto, otros reporteros también fueron detenidos, incluyendo a Javier Iglesias y Mariana Nadelcu, a quien le rompieron su cámara. Estos hechos en conjunto plantean serias dudas sobre la seguridad de quienes se dedican a documentar la realidad social del país.
La intervención de la fiscalía se convirtió en un salvavidas para Cuesta, quien fue liberado horas después, sin cargos en su contra. La fiscal Malena Mercurial tomó la decisión de liberarlo poco antes de las 21 horas, marcando un alivio en un momento tenso. A pesar de la represión que vivió, esto no detiene las voces de quienes buscan justicia y respuestas. Mientras tanto, los informes sobre la situación en la Plaza del Congreso, donde miles de jubilados se congregaron para protestar por su dignidad, continúan poniendo de manifiesto la importancia de la libertad de expresión y el derecho a informar en un contexto donde la represión parece una constante.