El escándalo de la inspectora: alcoholemia y versiones contradictorias
Un reciente incidente en Villa La Angostura ha desatado la polémica en la comunidad tras un choque entre una inspectora de tránsito, quien se encontraba bajo los efectos del alcohol, y un camión municipal. El test de alcoholemia realizado a la funcionaria arrojó un alarmante 1,92 gramos de alcohol por litro de sangre, cifra que equivaldría aproximadamente a diez cervezas, cinco copas de vino o cinco tragos. Esta situación genera preocupación no solo sobre la seguridad vial en la localidad, sino también sobre la conducta de quienes están encargados de garantizar el orden y la seguridad en las calles.
La secuencia de eventos es reveladora. En el momento del choque, aunque se registraron daños significativos en el camión, la inspectora resultó ilesa. A raíz del acontecimiento, fue suspendida de su cargo y se abrió un sumario administrativo que podría culminar con su despido. Además, se le recomendó asistencia profesional para abordar sus problemas de consumo de alcohol. Esta intervención ha sido vista como un paso necesario por parte del municipio. Sin embargo, el abogado defensor, Cristian Hugo Pettorosso, ha presentado una narrativa diferente, alegando que la mujer no estaba al volante en el momento del accidente y que, de hecho, estaba intentando abrir el capó del auto en compañía de su pareja.
Esta defensa se apoya en la intención de demostrar que el verdadero conductor está dispuesto a declarar, aunque la versión presentada en el acta policial contrasta con su relato. El documento oficial indica que la mujer ocupaba el asiento del conductor durante el impacto. Esta contradicción plantea interrogantes sobre la investigación administrativa en curso y el futuro de la funcionaria en su puesto. A medida que el caso avanza, la comunidad de Villa La Angostura observa de cerca el desenlace de esta situación que no solo compromete la seguridad vial, sino también la integridad de sus instituciones.