Pampita hace su debut en “Los 8 Escalones”: Un nuevo capítulo en la televisión argentina
El brillo de las luces en el estudio, el murmullo de la producción ajustando detalles y la mezcla de ansiedad y emoción en el aire marcaron el debut de Pampita como conductora de Los 8 Escalones el pasado martes. Este no fue solo un simple traspaso de mando; tras las cifras frías del rating se encuentra una historia emocional de expectativas y transformación en la televisión argentina. Reemplazar a Guido Kaczka, un ícono del programa, en un horario donde la costumbre pesa tanto como los nervios de los participantes, fue sin duda un gran desafío. Desde su entrada al set, Pampita imprimió su sello personal, logrando una audiencia que alcanzó un pico inicial de 3,9 puntos, aunque al cierre de la emisión ese número descendió a 3,2. Aún así, dejó claro que este nuevo capítulo prometía ser cautivador.
Al día siguiente, con el interés del público en el aire, Pampita enfrentó la segunda emisión. A pesar de que el rating marcó 3,1 puntos, una ligera caída frente a su debut, se mantuvo en la competencia, superando a programas como El Diario de Mariana. Con su hijo Bautista como jurado, Pampita removió la tensión del set con su calidez y autenticidad. Agradeció a Guido por la oportunidad, destacando que el programa es un clásico que el público ha visto a su predecesor durante años. “De a poco lo iré haciendo mío”, dijo ella, reflejando la intención de adaptarse y conquistar a la audiencia con su estilo.
El jueves, el tercer programa ofreció un nuevo hito, con un pico de 2,7 puntos, asegurando a Pampita el tercer lugar en su franja horaria. Su proceso de adaptación fue evidente: comprendía que el camino para construir su espacio sería gradual, pero estaba decidida a dejar su huella. Mientras tanto, Guido Kaczka ofreció apoyo en sus declaraciones, resaltando la importancia de su elección como conductora. Las cifras compiten entre sí, pero más allá del rating, el verdadero desafío radica en la conexión que Pampita establece con su nuevo rol y su audiencia. Con cada programa, las luces brillan un poco más para ella y su historia continúa desarrollándose en la pantalla.
