Barras de Boca en el Mundial: Viaje a Miami y Rostros Conocidos

Un grupo de barras de Boca Juniors decidió no perderse el Mundial de Clubes en Estados Unidos, y su travesía hasta el Hard Rock Stadium fue tan curiosa como reveladora. Tras la derrota ante el Bayern Múnich, algunos de estos hinchas, vinculados a bandas de renombre como La Doce, se hicieron notar no solo por su presencia, sino también por su historia. En la previa, mientras su equipo se enfrentaba a Benfica, varios se reunieron en el bodegón de Marcelo Aravena en Canning para seguir el partido. Al ver que los otros grupos viajaron sin inconvenientes, se decidieron a armar las valijas. Unos 10 miembros del grupo de Lomas de Zamora tomaron un vuelo a través de Panamá para evitar levantar sospechas.

Presencia no Pasada por Alto en Miami

Desde su llegada, las banderas con el logo de "Siempre Mono Nunca Sapo" destacaron entre la multitud que animó a Boca. Los barras no solo hicieron ruido con cánticos tradicionales, también llevaron su colorido al evento. Se unieron así a otros que ya estaban en Miami, muchos de los cuales habían viajado días antes para la primera ronda del torneo. En la cabecera del estadio, Santiago Vélez Robles, más conocido como "Cepillo", mostró su lealtad. Su historia personal está marcada por momentos complicados: desde un arresto en Ecuador por usar dólares falsos, hasta una condena por integrar la fuerza de choque de los dueños de La Salada. Sin embargo, la pasión por Boca parece ser más fuerte que cualquier desafío legal.

Rostros Conocidos y Viejas Historias

Entre los barras presentes se encontraba Gustavo Iglesias, apodado el "Ninja", quien ya había estado en el centro de una controversia relacionada con Fernando Pérez Algaba, un empresario asesinado. A pesar de su pasado tumultuoso, su apoyo incondicional a Boca se mantiene intacto. Otros nombres como Sebastián Barroso y Darío González también hicieron acto de presencia. Mientras algunos líderes optaron por rutas diferentes, la esencia de La Doce permaneció intacta, haciendo vibrar el estadio. La expectativa de seguir en el torneo y de mostrar su indiscutible apoyo al equipo se siente en el aire, y ellos están listos para vivir más días llenos de pasión y fútbol.