La semana comenzó bajo un manto de niebla
La semana inició en nuestra ciudad con una atmósfera cubierta por un denso manto de niebla, un fenómeno que, según las previsiones, nos acompañará por varios días más. Este tipo de clima tiende a brindar una apariencia particular a nuestra rutina diaria, transformando el paisaje urbano en un escenario casi mágico, pero también puede afectar las actividades diarias. Hoy, lunes 9 de junio, la temperatura mínima se ubicó en -3º, mientras que se espera que la máxima alcance los 9º. El Servicio Meteorológico Nacional anticipa que la neblina persistirá hasta el mediodía, pero a medida que avanza el día, el cielo comenzará a despejarse, lo que podría permitir algunos rayos de sol que tanto añoramos.
Expectativas para los próximos días
Mirando hacia el mañana, las previsiones indican una temperatura mínima de 1º y un máximo que se mantendrá en 9º. La jornada se prevé parcialmente nublada, con la presencia del sol al menos en algunos momentos de la tarde. El viento, que actualmente sopla del norte a 22 km/h, cambiará su dirección hacia el noroeste, lo que podría traer consigo algunas variaciones en la sensación térmica. El miércoles, la temperatura mínima descenderá a -2º antes de alcanzar nuevamente los 9º, acompañado de un cielo mayormente nublado y vientos que seguirán en la misma dirección, haciendo hincapié en la dudosa promesa de días soleados.
Nuevas previsiones de precipitaciones
La situación climática se tornará más interesante el jueves, cuando las precipitaciones se hagan presentes, con un 40% de probabilidad de nevadas por la mañana. Este índice aumentará a un 70% por la tarde, cuando la lluvia y la nieve se combinen de forma peculiar. A lo largo de esta jornada, la mínima será de -1º y la máxima alcanzará solo 6º, advirtiéndonos sobre la llegada del frío. El viento, que comenzará a soplar a 22 km/h desde el suroeste, finalmente disminuirá a 12 km/h por la tarde. Al llegar el viernes, el pronóstico de nevadas continuará por la mañana, mientras que en horas de la tarde se pronostica un cambio hacia la lluvia, manteniendo así nuestro clima en constante transformación. A pesar del frío, la vida en la ciudad sigue su curso, y nosotros, como buenos argentinos, nos adaptamos a lo que el tiempo nos depare.