
<figcaption>Las y los más afectados suelen ser los menores de cinco años</figcaption>
</figure>
¿Qué es la tos convulsa y cómo se transmite?
La tos convulsa, también conocida como tos ferina o coqueluche, es una enfermedad respiratoria aguda altamente contagiosa que puede afectar a personas de todas las edades. Sin embargo, es en los menores de cinco años donde se presenta una mayor tasa de morbilidad y mortalidad. A pesar de que adolescentes y adultos jóvenes pueden padecer la enfermedad en formas más leves, son una fuente importante de transmisión hacia los más pequeños. La enfermedad se propaga a través del contacto directo con las secreciones respiratorias de las personas infectadas, alcanzando su máximo grado de contagiosidad durante el período catarral, antes de que inicien los paroxismos de tos.
Fases de la enfermedad: ¿Cómo evoluciona la coqueluche?
La coqueluche se desarrolla en tres fases: catarral, paroxística y de convalecencia. En la fase catarral inicial, que dura de 7 a 14 días, se manifiestan síntomas similares a los de un resfriado común, como rinitis y estornudos. Sin embargo, a diferencia de un resfriado, la tos se vuelve más prominente durante la noche y se intensifica a medida que avanzan los días, llevando a la aparición de paroxismos. En neonatos, los síntomas pueden incluir dificultades para alimentarse y taquipnea. Es relevante mencionar que, sin un tratamiento adecuado, las complicaciones pueden incluir la neumonía, que es la principal causa de mortalidad asociada a esta enfermedad.
Importancia de la vacunación
El Ministerio de Salud enfatiza la importancia de la vacunación como la herramienta más efectiva para prevenir la tos convulsa. El esquema de vacunación incluye tres dosis durante el primer año de vida (a los 2, 4 y 6 meses) utilizando la vacuna quíntuple celular. Posteriormente, se administran refuerzos a los 15-18 meses, a los 5-6 años, y a los 11 años. Además, se recomienda que las mujeres embarazadas reciban una dosis de la triple bacteriana acelular para proteger tanto a ellas como a sus futuras criaturas. A partir de esta información, es fundamental que todos, especialmente aquellos con contacto cercano a menores, se aseguren de estar vacunados y contribuyan a frenar la propagación de esta enfermedad.


