La Inseguridad en Bariloche: Una Realidad Dolorosa
Hoy, lunes 18 de agosto de 2025, la comunidad de Bariloche se enfrenta a un nuevo episodio de violencia e inseguridad que sacude la tranquilidad del barrio Las Quintas. Todo comenzó el sábado 16, cuando Sandra, residente del área, fue testigo de un robo que dejó a su familia en estado de shock. Mientras estaba en su casa, su hija, que vive cerca, le gritó desesperadamente: “Mamá, me están robando la cámara”. Aunque Sandra corrió para ayudar, no llegó a ver al ladrón, pero la situación se tornó aún más grave. Las grabaciones de seguridad capturaron la imagen del ladrón y de otro cómplice afuera, pero la angustia de tener a su hija apuntada con un arma es algo que no se borra fácilmente de su memoria.
La Repetición del Terror
La tensión no se detuvo con la denuncia a la policía. Esa misma noche, los delincuentes regresaron, armados y decididos a sembrar el terror. Según narra Sandra, comenzaron a disparar y a lanzar piedras hacia la vivienda. En ese momento, su hija la empujó para apartarla del peligro, lo que ocasionó que Sandra se lastimara levemente las piernas y sufriera un par de raspones en su brazo. “Tengo un dolor inmenso en el alma. Casi me matan a mí y a mi familia”, expresó con profunda angustia. La situación, lejos de ser un hecho aislado, parece ser parte de un patrón de comportamiento delictivo en la zona; Sandra denuncia que este delincuente ya ha causado estragos anteriormente, incluyendo el robo a su hija, que había quedado sin su ropa más valiosa.
La Falta de Protección
En medio de este clima de pánico, Sandra refleja el sentimiento colectivo de impotencia que invade a los vecinos. “Acá la ley es de ellos. No hay ley, no hay protección”, sentencia con indignación. Esta afirmación resuena en muchos hogares de Las Quintas, donde el miedo se ha convertido en un compañero constante. La repetición de estos actos violentos pone de manifiesto una crisis de seguridad que requiere atención urgente. Los ciudadanos claman por un cambio y por medidas que garanticen su protección y bienestar, mientras Sandra continúa lidiando con la secuela emocional y física de un día que jamás olvidará.