La detención inesperada de una pareja rusa en Bariloche
Bariloche, un destino turístico conocido por su belleza natural, se vio envuelto en un escándalo internacional cuando una pareja rusa, Anwar y Yulia, se encontró en medio de un operativo policial vinculado a una secta rusa acusada de trata de personas. Todo comenzó en el vuelo de regreso a Buenos Aires el 28 de marzo, cuando la tripulación pidió que un pasajero llamado Konstantine se presentara. Al descender, los policías ya esperaban en la pista, y Anwar y Yulia, tras mostrar sus pasaportes rusos, fueron apartados para un interrogatorio que cambiaría su viaje por completo.
En la comisaría del aeropuerto, la pareja fue sometida a un intenso interrogatorio, donde la confusión y el temor se adueñaron de ellos. A pesar de no tener ninguna relación con la secta y haber estado de vacaciones, les dijeron que estaban siendo investigados por "trata de personas". Anwar, quien habla español de manera básica, relató que su esposa fue sometida a la misma presión y que ambos pidieron ayuda para comunicarse con un abogado o la embajada, pero todas las solicitudes fueron denegadas bajo la premisa de que se trataba de una orden directa de Bariloche.
Los recursos del sistema judicial argentino se hicieron sentir cuando, tras casi tres días de detención, Anwar y Yulia fueron liberados. Sin embargo, la experiencia dejó una serie de interrogantes y una sensación de injusticia. A pesar de no haberse presentado cargos formales en su contra, su situación quedó marcada por la incertidumbre, ya que los investigadores no descartaban su posible implicación en el caso de la secta Ashram Shambala. La detención de estos dos ciudadanos rusos, junto a otros 20 detenidos, reveló un entramado de miedo y confusión en un contexto marcado por la delincuencia internacional, en donde las vidas de personas inocentes pueden verse arrastradas sin previo aviso.
