Marcha en apoyo a Cristina Kirchner: Expectativas y detalles del "Cristinazo"
El miércoles 18 de junio se llevará a cabo una movilización masiva en apoyo a la expresidenta Cristina Kirchner, un evento que ha sido bautizado como "Cristinazo". La convocatoria, auspiciada por la militancia peronista, tiene como lema “Argentina con Cristina” y promete llenar las calles con seguidores dispuestos a caminar junto a ella desde su departamento en San José y San Juan hasta los tribunales de Comodoro Py. Este encuentro judicial se torna especialmente significativo tras la reciente confirmación de su condena en el caso Vialidad, elevando la tensión en su entorno político y legal. Desde las 10 de la mañana, los simpatizantes empezarán a congregarse, generando un ambiente de expectativa y solidaridad en torno a la figura de Kirchner.
La logística de la marcha ha sido cuidadosamente planificada, y se espera que los asistentes arriben al Palacio de Tribunales alrededor del mediodía, donde se realizará una cita judicial que podría influir en el futuro inmediato de la exmandataria. Al culminar la audiencia, la multitud retornará a casa junto a Cristina, cerrando así un ciclo de apoyo tangible en un contexto judicial complicado. Esta movilización no solo representa un acto de acompañamiento, sino también un claro mensaje político en un momento en que la figura de Kirchner divide opiniones en la sociedad argentina. A medida que se acerca la fecha, la atmósfera en el barrio se carga de un palpable fervor político, con reuniones y manifestaciones que podrían extenderse más allá del día de la marcha.
En el marco de esta incertidumbre, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, ha expresado su apoyo a la posibilidad de que Kirchner acceda a la prisión domiciliaria, basándose en su edad y en su trayectoria política. La postura de Francos resalta la importancia de un enfoque judicial que evite generar tensiones sociales adicionales. Indica que cualquier movimiento judicial debe ser gestionado con prudencia, planteando alternativas que no conlleven a una escalada de movilizaciones. Así, la figura de Cristina, más allá de ser objeto de un juicio, sigue siendo un eje central en la narrativa política del país, con un gobierno que busca controlar el clima social y mantener la estabilidad en un contexto altamente polarizado.
