Tras una prolongada interrupción de 24 horas que afectó a todo el país, se confirmó la normalización del servicio de colectivos desde la medianoche de hoy, miércoles 7 de mayo. Esta situación se produce en un momento crucial para la movilidad urbana, especialmente en la icónica ciudad de San Carlos de Bariloche, donde la vida cotidiana de los residentes depende en gran medida del transporte público.
Los colectivos, tanto urbanos como interurbanos, volverán a circular con total normalidad, un alivio para los ciudadanos y turistas que se vieron impactados por esta medida de fuerza. La imagen de paradas vacías y calles desoladas ya es parte del pasado, al menos por ahora. Foto: Facundo Pardo.
La huelga fue promovida por la Unión Tranviarios Automotor (UTA), en un reclamo de mejoras salariales que se sintió a lo largo y ancho del territorio argentino. El gremio local de Bariloche también se adhirió al paro, lo que provocó que los colectivos de la empresa MiBus no circularan. Sin embargo, en una nota positiva dentro del contexto, los trabajadores de la firma Las Grutas continuaron brindando el servicio con normalidad, lo que permitió a algunos usuarios mantener su movilidad.
Desde la medianoche, los residentes de Bariloche pueden retomar el uso del transporte público sin inconvenientes. Este regreso a la normalidad es especialmente importante para aquellos que dependen del colectivo para trasladarse a sus trabajos, escuelas o actividades diarias.
La UTA había llevado a cabo esta medida en rechazo a una oferta considerada insuficiente por parte de las cámaras empresariales del transporte. Los sindicalistas exigían un salario básico de $1.700.000, es decir, un monto que consideran acorde a la situación económica actual, mientras que la contrapartida de los empresarios ofrecía sumas no remunerativas. Durante la conciliación obligatoria, las cámara empresariales, como la Federación Argentina de Transportadores Automotor de Pasajeros (FATAP) y la Asociación Argentina de Empresarios del Transporte Automotor (AAETA), propusieron pagos escalonados: $40.000 a pagarse el 26 de mayo, $50.000 el 16 de junio y $70.000 el 15 de julio, todos en calidad de pagos no remunerativos. Esta oferta fue rechazada rotundamente por los trabajadores.
Ahora que los colectivos han vuelto a las calles, la comunidad barilochense respira con alivio. Sin embargo, la situación salarial sigue siendo un tema candente. Es crucial que tanto los sindicatos como las empresas encuentren un terreno común para evitar futuras interrupciones y garantizar un transporte público eficiente y accesible.
El impacto de esta huelga ha sido significativo, no solo para los residentes, sino también para los visitantes de Bariloche. Muchos turistas quedaron sorprendidos ante la falta de servicios, lo que desencadenó una serie de complicaciones en sus planes de viaje. Pero ahora, con la reanudación del servicio, tanto locales como turistas pueden volver a explorar los encantos de la ciudad sin el temor de quedar varados en paradas vacías.