La creciente presencia del jabalí en Bariloche
La aparición de jabalíes en zonas urbanas, especialmente en Bariloche, se ha vuelto un fenómeno notable en tiempos recientes. Ante esta situación, las autoridades locales han comenzado a tomar medidas concretas. Un equipo encabezado por Martín Abad, médico veterinario y técnico de la agencia de extensión rural de INTA en Patagones, junto con Roberto Espósito, subsecretario de Fauna de Río Negro, emprendieron un relevamiento por áreas donde ya se habían reportado avistamientos. Este análisis permitirá diseñar estrategias efectivas para manejar la población de jabalíes y mitigar su impacto en el ecosistema urbano.
Durante su visita, Abad y su equipo recorrieron el Parque Municipal Llao Llao, observando los efectos que los jabalíes han tenido en el entorno. Las marcas en el suelo, conocidas como "hozadas", son evidencia clara de su búsqueda de alimento. En una reunión con guardaparques y funcionarios locales, el veterinario compartió su conocimiento sobre el comportamiento del jabalí y escuchó las experiencias de los presentes. Según sus observaciones, la población en ese sector es relativamente pequeña, con estimaciones que apuntan a grupos de alrededor de 15 individuos cada uno. Esta información sugiere que aún hay tiempo para implementar medidas antes de que la situación se agrave.
El municipio ha comenzado priorizando la situación en el Parque Llao Llao, pero hay planes para extender las acciones a otras áreas, como Colonia Suiza. En este último lugar, los avistamientos son más frecuentes, especialmente en zonas de mallines. Se han colocado cámaras trampa para monitorear el comportamiento de los jabalíes y determinar su frecuencia y horarios de actividad. La capacidad de adaptación de estas criaturas complica su manejo, ya que se sienten cómodas en el entorno local. Al tener acceso constante a agua y sombra en los bosques, los jabalíes no tienen las vulnerabilidades que podrían aprovecharse en otras regiones del país. La estrategia se centrará en identificar sus rutas de tránsito y áreas de descanso, colocando trampas en puntos estratégicos, para eventualmente controlar su población de manera eficaz.