Urgente Llamado a la Acción por Parte de Conductores de Uber
Desde el sector del transporte privado, una ola de preocupación recorre a los conductores de Uber, quienes han solicitado respuestas inmediatas en materia de seguridad y la legalización de su servicio. La situación actual se ha vuelto insostenible, y sus demandas siguen creciendo, respaldadas por un mapa del delito que ha sido elaborado por los mismos conductores.
Un Ataque Alarmante
La madrugada del 28 de abril, un conductor de Uber fue víctima de un violento ataque con piedras en la zona de La Paz y Beschedt. Según reportes, el viaje había comenzado en la calle Michay, donde una pasajera identificada como “Yamila” solicitó la travesía. Sin embargo, al llegar al destino, un hombre se negó a pagar y desencadenó una serie de acontecimientos violentos. Tras forcejear con el conductor, el agresor arrojó piedras al vehículo, causando serios daños en el parabrisas, las puertas y otras partes del auto. Este episodio ha llevado a que los conductores expresen su preocupación constante por su seguridad.
Mapa del Delito: Una Respuesta Proactiva
En respuesta a la inseguridad, la agrupación Conductores Unidos de Uber, liderada por Andrea Fernández, ha creado un mapa del delito. Esta herramienta no solo destaca las zonas más riesgosas, sino que también ha llevado a los conductores a rechazar viajes en determinadas calles y barrios donde se han registrado incidentes. El miedo a ser atacados ha modificado la manera en que operan, lo que complica aún más el servicio de transporte en la ciudad.
Solicitudes de Regulación
Más allá de la inseguridad, los conductores de Uber están clamando por una regulación legal del servicio que permita su funcionamiento de manera segura y efectiva. Según los testimonios de los choferes, llevan ya dos años intentando implementar un proyecto para habilitar su actividad formalmente. A pesar de haber hablado con el intendente y los concejales, el proceso ha sido marcado por la dilación, con funcionarios “tirándose la pelota” y evitando tomar decisiones concretas.
Diálogo sin Resultados
Las solicitudes para establecer una mesa de diálogo formal con las autoridades han caído en oídos sordos. Los conductores afirman que su voz no ha sido escuchada y que sus esfuerzos por conseguir un entendimiento han resultado infructuosos. Esta falta de respuesta no solo aumenta la frustración, sino que también perpetúa un ciclo de inseguridad y desconfianza en el sector.
Conclusiones Provisionales
La situación planteada por los conductores de Uber no es solo una cuestión de inseguridad individual, sino un reflejo de la necesidad de una regulación que garantice su seguridad y un marco legal que les permita ejercer su trabajo con tranquilidad. La comunidad y las autoridades deben unirse para abordar estos problemas de inmediato, asegurando un entorno seguro tanto para los conductores como para los pasajeros. Mientras tanto, la lucha continúa.