Un Viaje Emocional: Sergio Lapegüe y Su Relación con Su Madre
Sergio Lapegüe, el reconocido periodista y conductor de Lape Social Club en América TV, ha atravesado un comienzo de año lleno de desafíos, desde proyectos profesionales hasta problemas de salud. Sin embargo, tomó la decisión de hacer una pausa en su apretada agenda para regresar al lugar que más lo necesitaba: la casa de su madre, Elba, quien padece un avanzado cuadro de Alzheimer. En un gesto de vulnerabilidad y amor, Lapegüe compartió en sus redes sociales una imagen conmovedora de ambos, que captura un momento íntimo entre madre e hijo. En la fotografía, se puede ver cómo apoya su frente contra la de su mamá, en un claro símbolo de conexión que trasciende las palabras, un recordatorio de los lazos familiares que perduran a pesar de la enfermedad.
La imagen, que fue recibida con una ola de apoyo por parte de sus seguidores, también llevó a Lapegüe a reflexionar sobre los escasos momentos de lucidez que su madre aún experimenta. “A veces me ve, a veces no”, comentó el periodista, compartiendo la realidad desgarradora de ver a su madre perder funciones vitales y enfrentar las complicaciones que trae la enfermedad. A pesar de su dolor, Lapegüe ha decidido priorizar su tiempo con ella, dejando de lado su noticiero diario. “¿Por qué no voy a hacerlo si ella estuvo siempre conmigo?”, se cuestiona, revelando así la profundidad de su compromiso y devoción hacia la mujer que lo ha acompañado toda su vida.
En una aparición reciente en televisión, Lapegüe también recordó cómo la música, una de las pasiones que compartía con su madre, ha servido como puente para conectarse a pesar de la distancia que genera el Alzheimer. Al tocar el piano, recordó momentos de su infancia cuando su madre lo escuchaba. La emoción se desbordó cuando ella, aunque a cinco metros de distancia y con dificultad para comunicarse, le llamó por su nombre. Estos instantes, aunque breves, se convierten en tesoros emocionales en su día a día. Así, Sergio Lapegüe comparte con su audiencia no solo el dolor y las luchas de vivir con un ser querido afectado por una enfermedad devastadora, sino también la belleza y la esperanza que aún se pueden encontrar en esos instantes compartidos.