Denuncia de Agresiones en la Escuela: Una Llamada a la Comunidad
Natalia Cristina Aro y Claudia Puca, residentes de Villa La Angostura, han decidido alzar la voz en un tema alarmante que afecta no solo a su familia, sino a toda la comunidad escolar. Su hijo, un niño que cursa en la Escuela 104, fue víctima de agresiones físicas durante el horario escolar. Acompañadas de un certificado médico del hospital local, que documenta las patadas recibidas en la cabeza y la espalda, las madres han presentado su denuncia abierta con la esperanza de prevenir que otros niños sufran la misma experiencia traumática.
La intervención de la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia (DINAF) de la municipalidad resalta la gravedad del asunto. Sin embargo, un comentario desconcertante de los directivos de la escuela, que se sienten “atados de pies y manos”, deja entrever la falta de mecanismos efectivos para abordar situaciones de violencia escolar. Esto genera preocupación, ya que el bienestar de los niños debería ser una prioridad irrefutable y no estar limitado por burocracias administrativas.
La angustia se intensifica cuando se narra el momento en que la abuela del niño, al esperar ser atendida en el colegio, fue testigo de una nueva agresión hacia su nieto. A pesar de su desesperación y la intención de dialogar con los responsables, no obtuvo una respuesta adecuada. Desde el momento de la agresión hasta la visita al hospital, la familia busca alternativas para garantizar la seguridad del niño, incluyendo la posibilidad de cambiarlo de escuela. Esta situación refleja una problemática mayor en el sistema educativo que exige atención inmediata, no solo para proteger a este menor, sino a todos los niños que enfrentan situaciones similares.