El Arte y los Arcanos: Un Viaje de Interpretación en Bariloche
La magia del Tarot cobra vida en la fascinante muestra que se presenta diariamente en “La Casa Bachmann”, ubicada en Elflein 34. Durante todo agosto, este espacio se convierte en un punto de encuentro para amantes del arte y del simbolismo del Tarot. La Asociación de Artistas Plásticos de Bariloche celebra esta iniciativa, en la que diversos artistas plásticos han interpretado a su manera los Arcanos Mayores. Cada obra, cargada de significado, revela la conexión profunda entre el arte y el misticismo, ofreciendo al espectador un viaje introspectivo a través de imágenes arquetípicas que resuenan en nuestro inconsciente colectivo.
El Tarot, como bien sabemos, no es solo un mazo de cartas; es un lenguaje simbólico y polisémico que ha capturado la imaginación de las civilizaciones a lo largo del tiempo. Compuesto por 78 cartas, entre las cuales se encuentran los 22 Arcanos Mayores, estas obras representan las etapas significativas de la vida. Soledad Marchese, astróloga y tarotista, junto a Paula Fischer, artista Naif, destacan que estos arcanos son patrones universales que reflejan nuestra humanidad y los retos que enfrentamos. La exposición no solo es visual, sino que invita a una reflexión sobre cómo estos símbolos nos acompañan en nuestro viaje personal hacia la autoaceptación y el crecimiento.
En “La Casa Bachmann”, encontramos un apasionante despliegue de talento artístico con la participación de varios artistas como Daniel De Gaetano, Mónica Miliauskas, y Víctor Blebel, entre otros. Cada uno aporta su estilo único para ilustrar los mensajes ocultos en los Arcanos. Si bien los Arcanos Mayores suelen usarse para abordar preguntas fundamentales y espirituales, los Arcanos Menores complementan esta visión, reflejando las situaciones y emociones cotidianas. A través de esta muestra, los visitantes pueden no solo observar las obras, sino también sumergirse en el profundo simbolismo del Tarot, que visibiliza tanto las luces como las sombras del ser humano. Las fotografías que acompañan la muestra, capturadas por Eugenia Neme, complementan esta experiencia, añadiendo una dimensión visual que se siente casi mágica.
