Impactante crimen organizado en Florencio Varela: ¿Quiebre en la ética del narco peruano?

La reciente revelación de un brutal asesinato en Florencio Varela ha dejado a la comunidad consternada. El ministro de Seguridad bonaerense, Javier Alonso, confirmó que las torturas de Morena Verri (20), Brenda Del Castillo (20), y Lara Gutiérrez (15) fueron transmitidas en directo a través de redes sociales, en un grupo cerrado con 45 espectadores conectados. Este macabro “evento de disciplinamiento” no solo horrorizó a los familiares de las víctimas, sino que también expone la cruel lógica detrás de las acciones de los narcos. Los cuerpos de las chicas fueron encontrados en una casa en Florencio Varela, un espacio que se ha convertido en el epicentro de la violencia ligada al narcotráfico en la región.

Un mensaje escalofriante: “Esto le pasa al que me roba droga”

Lo que ha puesto aún más la atención de las autoridades es que durante la transmisión, se escuchó al líder narco proclamar: “Esto le pasa al que me roba droga”. Este mensaje no solo es una advertencia para las víctimas, sino un grito de alerta para otros miembros de su organización. Alonso explicó que es común en las organizaciones delictivas desatar una ola de violencia como forma de establecer poder y control. “Cuando les roban droga, no pueden quedar como unos inútiles”, comentó el funcionario. Este tipo de actos demuestra el paradigma de miedo y dominación que rige en el oscuro mundo del narcotráfico.

La identificación del líder narco: ¿Quién es “el pequeño ‘J’ o Julito”?

Las investigaciones apuntan a un joven de 23 años, conocido como “el pequeño ‘J’ o Julito,” como el supuesto líder de este grupo criminal. Ya se ha emitido un pedido de captura en su contra. Los operativos realizados en la ubicación donde se encontraron los cuerpos revelaron hallazgos alarmantes, incluyendo raciones de comida y billetes de baja denominación dispuestos en rollos, lo que sugiere un sistema comercial bien establecido. La casa donde sucedió este horror es parte de una red más amplia dedicada al narcotráfico que se abastece en diversas zonas del conurbano sur. Uno de los detenidos, de nacionalidad peruana, parece haber sido el encargado de manejar esta base de operaciones, y se sospecha que se encontraba en el lugar durante el fin de semana de los asesinatos.

La escalofriante realidad de estos hechos destaca la lucha constante entre las autoridades y el crimen organizado, poniendo en relieve la urgente necesidad de atención y acción por parte del gobierno para frenar esta creciente problemática.