La Temporada Invernal en Neuquén: Un Acontecimiento Inusual
La temporada de invierno en Neuquén está atravesando un momento complicado, con caídas en la ocupación hotelera que van hasta los ocho puntos porcentuales en comparación con años anteriores. Esto representa un golpe duro para los destinos de nieve que, tradicionalmente, han atraído a miles de visitantes cada año. El ministro de Turismo de Neuquén, Gustavo Fernández Capiet, ha calificado esta situación como una “temporada mala”, argumentando que la falta de nieve ha impactado seriamente las expectativas iniciales. En ciudades que suelen ser alternativas turísticas, como Zapala, el descenso en la ocupación también es evidente, alcanzando una caída de cinco puntos.
La falta de nieve ha cambiado el perfil del visitante. Alrededor del 50% de los turistas que llegan a la provincia no practican esquí o lo hacen solo algunos días, lo que obliga a los prestadores de servicios a diversificar su oferta. Ahora, las actividades que antaño estaban reservadas para el verano, como el trekking y los paseos guiados, están tomando protagonismo. La estadía promedio, que antes solía superar la semana, ahora se ha acortado a 5,5 noches. Esta reducción no solo afecta a los hoteles, sino también a restaurantes y comercios vinculados al turismo, generando una preocupación palpable sobre el impacto económico en el sector.
El ministro subrayó que el problema de la falta de nieve no solo es un desafío invernal, sino que también anticipa complicaciones para el verano, especialmente en lo que respecta a la disponibilidad de agua para comunidades y producción. La nieve artificial se presenta como una alternativa, aunque su implementación es limitada por los altos costos y la gran cantidad de agua que requiere. En este contexto, la estrategia de la provincia está orientada a adaptar la oferta turística a las condiciones climáticas, buscando promover no solo la nieve, sino también el turismo cultural, gastronómico y de aventura. Las hosterías provinciales, aunque con ingresos que aún no cubren costos operativos, están siendo optimizadas para mejorar su competitividad y atraer más visitantes a pesar de las adversidades climáticas.