La Aprobación de la Gestión de Javier Milei: Un Escenario en Tensión
En el contexto actual de incertidumbre económica, la administración de Javier Milei enfrenta desafíos significativos que reflejan un creciente descontento entre la ciudadanía. Un estudio reciente de la Consultora Analogías muestra una preocupante caída de 5,5 puntos en la aprobación del Gobierno durante septiembre, alcanzando niveles históricos bajos. Esta disminución ha dejado en evidencia el desencanto de un sector considerable de la población respecto a las decisiones económicas y otras áreas de gestión del presidente. La situación es crítica: muchos ciudadanos sienten que sus preocupaciones y expectativas no están siendo atendidas adecuadamente.
La imagen del presidente no ha escapado al desgaste. Con una aprobación negativa que se sitúa en el 52,9%, más de la mitad de los encuestados expresa una fuerte desaprobación hacia su mandato. Este sentimiento de crisis se agrava incluso dentro de su base electoral, donde un cuarto de sus seguidores considera que el país atraviesa una situación crítica. Las expectativas, que una vez fueron optimistas, se han visto marcadas por una creciente insatisfacción que permea la percepción pública, en gran parte alimentada por los vaivenes de las decisiones políticas y económicas emprendidas por el Gobierno.
Los escándalos de corrupción y la peculiar forma de comunicar del Gobierno han agrandado el clima de desconfianza hacia las instituciones. Un sorprendente 51,9% de los encuestados denuncia que la corrupción prevalece en la administración actual, mientras que un 55,3% asegura que los audios polémicos atribuidos a Karina Milei son auténticos. Este estado de cosas ha generado un clamor casi unánime —un 58,1%— que exige la renuncia de la primera dama. Además, la desconfianza se extiende hacia la gestión parlamentaria, donde el rechazo a los vetos presidenciales también ha intensificado el descontento político. Este contexto plantea un escenario complicado para la administración Milei, que debe enfrentar la creciente demanda de transparencia y confianza de un público cada vez más crítico.
