La Aventura Francesa de Rocu Quinteros
Adaptación y Choc Cultural
Rocu Quinteros, una talentosa arquitecta y artista de Bariloche, decidió emprender una nueva aventura en Francia, viviendo un año en la encantadora ciudad de Annecy, ubicada en la región de los Alpes. Su interés por el país europeo comenzó cuando elige estudiar francés, atraída por “la elegancia y musicalidad del idioma”. Tras alcanzar un nivel intermedio B2, esperó varios años hasta que finalmente tuvo la oportunidad de viajar, justo cuando dejó su vivienda en Bariloche. Sin embargo, al llegar a Annecy se encontró con una barrera: el idioma. Aunque tenía una base educativa, la fluidez del francés nativo le resultó desafiante al principio. Pero con esfuerzo y dedicación, logró integrarse en la vida local, apreciando momentos simples como charlar con el barista mientras disfruta de su café.
Trabajo y Costumbres Francesas
Durante su estadía, Rocu trabajó en hotelería y comercio, lo que le permitió explorar diversas regiones del país. Un aspecto que le llamó particularmente la atención fue la actitud hacia los extranjeros. En ciudades cosmopolitas como Chamonix, encontrar personas que hablen inglés es más común, pero en otras como Annecy, el respeto por la lengua local es vital. Establecer un contacto mínimo en francés, como un “bonjour” o un “merci”, puede abrir puertas y generar una respuesta más amable. Además, se maravilló con ciertas costumbres, como las cenas que comienzan a las 19 horas y el hábito de socializar en bares y restaurantes en vez de casas particulares, salvo entre argentinos. La omnipresencia del pan y queso en las comidas y el acto de salir de las panaderías con una baguette o un croissant también fueron, para ella, una deliciosa sorpresa.
Vida Cotidiana y Economía
La vida en Annecy le recordó a Bariloche, especialmente por su lago y montañas, aunque notó que el frío húmedo del norte de Francia, particularmente en París, resulta más intenso que el de la Patagonia. En términos económicos, Rocu comentó sobre los precios estables de los alimentos en el país, afirmando que “me encontré con productos al mismo valor que hace dos años”. Su gasto en supermercado es menor a 200 euros al mes, una cifra sorprendente dados los 1.400 euros netos que gana. Sin embargo, los altos alquileres consumen gran parte de su salario, dificultando un ahorro significativo para viajes o experiencias extra. A pesar de todo, se lleva consigo vínculos significativos y la satisfacción de haber elevado su nivel de francés, aunque ya está pensando en su regreso a Bariloche en octubre. Rocu ha decidido que, sin importar a dónde la lleve la vida, Francia siempre será parte de su historia.
