Con decisión política y capacidad de gestión, el intendente Walter Cortés logró un hito para la ciudad: la Municipalidad de Bariloche asumirá la administración total de la Avenida Exequiel Bustillo, una de las arterias más estratégicas del tránsito urbano, turístico y productivo.
Una avenida que vuelve a Bariloche
El convenio fue firmado este miércoles por Walter Cortés y el gobernador Alberto Weretilneck. El traspaso incluye el tramo comprendido entre el “Monolito” y la rotonda del Hotel Llao Llao, y otorga al Municipio la responsabilidad plena sobre conservación, mantenimiento, señalización y control.
“Es un convenio histórico para la ciudad”, sostuvo Cortés. “Más allá de los espacios políticos, hay una visión común: pensar en la gente y fortalecer el regionalismo”.
Fondo de $2.000 millones y control total de radares
La Provincia acompañará la transferencia con un compromiso económico clave: un aporte de $400 millones anuales durante cinco años, exclusivamente destinados al mantenimiento, conservación y señalización de la traza. En total, se trata de una inversión de $2.000 millones que le permitirá al Municipio planificar obras con previsibilidad y autonomía. Además, los radares que antes dependían de la provincia pasarán a ser controlados por el Municipio.
Con esta medida, la gestión local gana capacidad operativa y responde con hechos concretos a una ciudad que no para de crecer.
Coherencia y territorialidad
El gobernador Weretilneck justificó el traspaso señalando que la Bustillo ya no cumple funciones de ruta provincial, sino que es una avenida urbana integrada al tejido de Bariloche. “Estoy convencido de que el Municipio va a hacer un mejor trabajo. Si le pido a Nación que me transfiera rutas porque puedo mantenerlas mejor, tengo que ser coherente y hacer lo mismo a nivel provincial”.
Una gestión que se planta
Con este acuerdo, Walter Cortés vuelve a posicionarse como un intendente que no se queda en la queja: gestiona, negocia y consigue resultados. Bariloche gana autonomía, recursos y capacidad de decisión sobre una vía clave que atraviesa el corazón de su dinámica urbana.
La Bustillo ya no es solo una avenida: es el símbolo de una ciudad que se anima a tomar las riendas de su propio destino.
