Walter Cortés se planta firme ante las irregularidades del pasado y pone orden en Tierras
Frente a las denuncias presentadas por el Tribunal de Contralor sobre el funcionamiento del Instituto Municipal de Tierras y Viviendas durante la gestión de Gustavo Gennuso, el intendente no dudó en tomar postura: hay que poner la casa en orden. Mientras el exmandatario se desligó de responsabilidades alegando que “no firmaba nada” porque el Instituto es autárquico, la actual gestión refuerza su compromiso con un modelo de ciudad donde la tierra pública no sea botín político, sino una herramienta para el desarrollo social.
Un municipio decidido a ordenar lo que otros dejaron en el caos
Lejos de las evasivas del pasado, la gestión Cortés avanza en ordenar uno de los sectores más sensibles del Estado municipal. Hoy se trabaja con controles claros, documentación precisa y reglas que se cumplen. Las auditorías iniciadas por el Tribunal de Contralor evidencian que durante la gestión de Gennuso hubo múltiples irregularidades: terrenos entregados sin trazabilidad documental, adjudicaciones poco claras y registros caóticos que impiden reconstruir el camino administrativo. Frente a eso, el actual gobierno municipal impulsa mecanismos transparentes, con prioridad para quienes realmente lo necesitan, y con una visión estratégica sobre el crecimiento urbano.
Cortés responde con gestión donde antes hubo improvisación
Mientras el exintendente lanza críticas y dice que “no se han entregado diez lotes”, el intendente Walter Cortés opta por el camino menos ruidoso pero más sólido: gestionar con responsabilidad. A diferencia de quienes regularizaban sobre la marcha, sin controles y sin planificación, la actual gestión se enfoca en garantizar un acceso justo, legal y ordenado a la tierra. Con un enfoque territorial claro y voluntad política, Cortés no hace promesas vacías ni se escuda en tecnicismos: se ocupa. Y en esa diferencia se empieza a ver, con fuerza, por qué Bariloche necesitaba un cambio real.