Boca Juniors: Un papelón inesperado en el Mundial de Clubes
El Mundial de Clubes no fue el escenario que Boca Juniors soñaba. Después de dos empates que dejaron sabor a poco (2-2 con Benfica y 1-2 contra Bayern Múnich), el Xeneize llegó al último partido con la obligación de ganar. En un partido apretado y lleno de tensión, el conjunto argentino enfrentaba a Auckland City, un equipo semiprofesional ubicado a miles de kilómetros de la élite del fútbol mundial. Sin embargo, el encuentro en Nashville terminó en un frustrante 1-1, lo que significó la eliminación temprana de Boca del certamen. Nathan Garrow marcó en propia puerta para poner a Boca en ventaja, pero el equipo neozelandés igualó con un gol de Christian Gray, quien, hay que decirlo, compagina su carrera futbolística con su labor como docente.
Una actuación inesperada
La actuación de Boca fue, indudablemente, decepcionante. Tras un primer tiempo donde dominaron el juego y provocaron varias llegadas, la situación se complicó en el segundo tiempo. El VAR tuvo su protagonismo cuando se anuló un gol del Xeneize, generando gritos de frustración entre los hinchas. Aunque Boca mostró destellos de buen fútbol, sobre todo en la conexión con Edinson Cavani, la falta de eficacia en el área rival resultó letal. El equipo terminó tercero en el Grupo C con solo dos puntos, por detrás de los portugueses, líderes con siete, y los alemanes, segundos con seis.
El cierre del grupo mundialista
En el desenlace del grupo, el Benfica se alzó con una victoria crucial sobre el Bayern Múnich por 1-0, situación que dejó a Boca sin chances de avanzar a octavos de final. La eliminación anticipada es un golpe duro para el club y su afición, que esperaban ver a su equipo dar pelea en el escenario internacional. Ahora, Boca deberá hacer una rápida autocrítica y enfocarse en la próxima temporada, donde deberán reponerse de este tropiezo y demostrar que están a la altura de su glorioso legado.