El Ascenso de Diego Kolankowsky: De Ramos Mejía a Broadway
Diego Kolankowsky es un nombre que resuena con fuerza en el mundo del teatro, y su última hazaña lo ha llevado a ser reconocido con tres premios Tony, incluyendo dos por su obra "Maybe Happy Ending". Pero su historia no es solo una lista de logros; es la travesía de un joven que renunció a una carrera en Derecho para perseguir su verdadera pasión. Originario de Ramos Mejía, con un padre bandoneonista y una madre costurera, Diego empezó su carrera como productor en la televisión argentina a los 30 años, dirigiendo noticieros y creando contenidos innovadores. Sin embargo, su espíritu emprendedor lo llevó a fundar su propia productora, DK Group International, y crear el programa "Hours, minutes & seconds", que lo conectó con el estilo de vida lujoso y le abrió puertas en el ámbito internacional. Este programa le permitió viajar por el mundo y finalmente establecer vínculos con Broadway, un sueño lejano que comenzó a materializarse hace aproximadamente 20 años.
La producción teatral no era algo nuevo para Kolankowsky, pero "Maybe Happy Ending" significó un hito en su carrera. La obra, que combina la inteligencia artificial y reflexiones existenciales, se gestó a partir de un guion escrito en 2015, mucho antes de que los temas de IA se volvieran comunes. A pesar de los enormes desafíos creativos y económicos que conllevó su producción, y de que pocos inversores inicialmente apoyaron el proyecto, el esfuerzo valió la pena. Kolankowsky recuerda los momentos de incertidumbre, incluida la necesidad de solicitar un crédito para cubrir los costos de la obra poco antes de su estreno. Pero la espera tuvo su recompensa: "Maybe Happy Ending" recibió reconocimientos positivos de críticos de renombre y se consolidó en cartelera.
En sus constantes viajes entre Buenos Aires y Nueva York, Kolankowsky no pierde el contacto con sus raíces, y su vida cotidiana refleja ese equilibrio entre el lujo y la autenticidad. Desde su lugar en el corazón de Manhattan, describe su rutina en términos sencillos: desayunos en cafés emblemáticos y charlas con amigos de toda la vida en Buenos Aires. Con proyectos en marcha, como la producción de una película del director Pablo Trapero, el productor sigue explorando y creciendo en su carrera. Su evolución es un recordatorio de cómo los sueños pueden expandirse de maneras inesperadas, llevando a un joven de Ramos Mejía a vivir experiencias en Broadway que solo podría haber imaginado.