Controles Ambientales y el Arroyo Ñireco
El reciente comunicado emitido por las legisladoras Magdalena Odarda y Ayelén Spósito ha levantado una polvareda en Bariloche. En el mismo, se plantean interrogantes sobre los controles ambientales y la captación de agua en el arroyo Ñireco, un tema que ha estado en el centro de la discusión pública. La carta cuestiona si las autoridades competentes están al tanto de las obras que se llevan a cabo en el lote pastoril 127, sitio que ha estado envuelto en un prolongado conflicto judicial entre la familia Friedrich y la comunidad Buenuleo. Esta situación añade una capa de complejidad a un asunto que ya se presenta delicado en términos de regulación y conservación del medio ambiente.
En respuesta a este comunicado, el abogado Alejandro Pschunder manifestó su sorpresa ante la dirección del mismo. Pschunder, que ha tenido un papel activo a favor de la comunidad Buenuleo en el pasado, desmintió las afirmaciones sobre la obra mencionada. Destacó que esta consistía en una rueda para mover un dínamo y generar electricidad, que no implicaba la extracción de agua del arroyo. Según su versión, esta obra fue destruida durante una ocupación denunciada, lo que plantea dudas sobre la veracidad de las afirmaciones contenidas en el comunicado.
Más adelante, Pschunder advirtió que la carta carece de peso institucional y jurídico, descalificando así su contenido. Con un tono sarcástico, comentó que las declaraciones de la legisladora son "un buen chiste", sugiriendo que la pérdida en el ámbito judicial ha llevado a una respuesta desmedida en el plano público. Esto resalta la tensión que existe entre las autoridades y las comunidades, así como el uso de la política como herramienta de presión en conflictos que, en su raíz, implican cuestiones ambientales y sociales de gran relevancia.