El revuelo en redes tras el video de Valeria Aquino y su hija al volante
Recientemente, Valeria Aquino se convirtió en el centro de una fuerte controversia tras publicar un video en el que su hija de doce años, Alma, aparece al volante de un automóvil en un camino rural argentino. La Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) no tardó en reaccionar, solicitando la inhabilitación de la licencia de conducir de Aquino. Según la legislación vigente, es ilegal que un menor conduzca, no solo por la falta de edad sino también por los riesgos asociados, como el uso incorrecto del cinturón de seguridad en el video. El hecho de que una figura pública esté detrás de esta exposición genera una preocupación adicional sobre el mensaje que se envía a la sociedad y a los jóvenes.
La respuesta del público fue polarizada: mientras unos defendían el acto como una experiencia controlada de aprendizaje, otros lo cuestionaban como una irresponsabilidad que podría tener repercusiones en la seguridad de los menores. En su defensa, Aquino expresó en Instagram que “criar también es enseñar a hacer, no solo a mirar”. Este comentario encendió aún más el debate sobre los límites en la enseñanza práctica y el rol que deben jugar los adultos en la protección de los menores. Muchos se preguntan si el deseo de mostrar una crianza más práctica puede llevar a poner en riesgo la seguridad de los niños, especialmente cuando se trata de situaciones potencialmente peligrosas.
El impacto del video también llevó a que El Polaco, padre de Alma y conocido músico, se mostrara desconectado de la situación, declarando que no estaba al tanto de lo sucedido. Esta desconexión resalta la complejidad del tema, donde la exposición mediática afecta no solo a quienes la manejan, sino también a los menores involucrados. En un contexto donde la vida privada de figuras públicas se vuelve un tema de interés constante, surge la necesidad de un debate más profundo sobre la responsabilidad parental y la ética de la exposición de menores en plataformas digitales.
