La Crisis del Sector Cárnico en Argentina: Alerta Roja en los Precios
En el último tiempo, el sector cárnico de Argentina vive un momento crítico, marcado por la preocupación de un posible incremento sostenido en los precios de la carne. Esta alarma surge tras una drástica reducción del stock bovino disponible, que ha caído a aproximadamente 51,6 millones de cabezas, una cifra alarmante comparada con años anteriores. Las causas de esta pérdida son diversas y comprenden desde una prolongada sequía hasta la necesidad de ventas forzadas, que han afectado gravemente la capacidad de producción. En este contexto, la Mesa de las Carnes ha reunido a expertos del sector para analizar esta crisis, que no solo impacta a los productores, sino que también podría afectar el consumo interno, el cual representa el 70% de la producción total de carne en el país.
A medida que se vislumbran posibles mejoras en el poder adquisitivo de la población, se generan inquietudes sobre la capacidad del sector para satisfacer esta mayor demanda. Sebastián Bendayán, representante de la Cámara de Frigoríficos de Santa Fe, subraya el hecho de que, aunque el consumo por habitante haya repuntado a 49,5 kilos anuales, todavía se encuentra por debajo de los niveles históricos. Esto implica que, si bien hay un aumento leve en la demanda, la industria cárnica deberá afrontar un escenario complicado por la falta de hacienda terminada. El riesgo de un alza inminente en los precios es real, y las entidades del sector están comenzando a sentirse presionadas ante esta situación.
Sin embargo, la problemática no se limita a cuestiones de corto plazo. Ernesto Lowenstein, de la Unión de la Industria Cárnica Argentina, destaca la urgente necesidad de implementar políticas de incentivos para los productores. La falta de un aumento proporcional en el rodeo bovino frente al crecimiento poblacional perjudica directamente la capacidad del sector para sostener la producción. Además, en el ámbito internacional, Argentina enfrenta la dura competencia de naciones como Brasil, que han logrado posicionarse de manera más efectiva en mercados clave como el chino. Los altos costos de producción internos complican aún más la situación, llevando a los frigoríficos a operar con serias limitaciones. Ante este panorama incierto, la exigencia de incentivos fiscales y de un compromiso sólido por parte del gobierno se vuelve crucial para revertir esta grave situación y evitar que los aumentos de precios en el sector lleguen al consumidor final.
