La Creciente Tasa de Informalidad en Argentina
En el primer trimestre de 2024, la tasa de informalidad laboral en Argentina alcanzó un alarmante 40,8%. Un año después, entre enero y marzo de 2025, este índice se elevó al 42%, reflejando un panorama laboral que se torna cada vez más complicado. A pesar de los aparentes brotes verdes en la economía, señalados por un incremento del 6,2% en la actividad económica, el desempleo también ha escalado, alcanzando un 7,9%, su cifra más alta desde 2021 según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). Esta situación deja en evidencia una desconexión preocupante entre el crecimiento económico y la generación de empleo formal, generando angustia en un contexto laboral que se siente cada vez más frágil.
El Gran Buenos Aires se destaca como la región más afectada por el desempleo, con una tasa que asciende al 9,1%, colocando a sus habitantes en una situación crítica. Esta problemática se ve acentuada en el sector juvenil, donde el desempleo entre jóvenes de 14 a 29 años ha presentado un aumento notable. Las mujeres, en particular, enfrentan un aumento del desempleo del 17,3% al 19,2%, mientras que en el caso de los varones, la cifra pasó del 14,1% al 15,1%. Este fenómeno pone de manifiesto la desigualdad en oportunidades laborales en distintas franjas etarias y de género, lo que suscita la necesidad de abordar la cuestión desde un enfoque inclusivo y equitativo.
Los analistas económicos, como Luis Campos y Juan Manuel Telechea, han señalado cambios significativos en la estructura del empleo en Argentina. Con la caída de los trabajos asalariados registrados, se ha observado un incremento del empleo autónomo y de aquellos asalariados no registrados. Esto sugiere un giro hacia un mercado laboral más precario y flexible. Hernán Letcher, por su parte, habla sobre la crisis salarial en el sector privado, donde solo algunos trabajadores registrados han logrado mejoras. En contraste, la Patagonia se presenta como una región con un contexto laboral más favorable, mostrando un índice de desempleo del 4,9%. Estos contrastes resaltan la diversidad de realidades laborales en el país y abren el debate sobre la necesidad de implementar estrategias que fomenten la creación de empleo de calidad, alineando así las demandas sociales con las necesidades del mercado laboral actual.
