Guillermo Francella y su apoyo a Julieta Prandi en tiempos difíciles
Este lunes, Guillermo Francella se encontró en el centro de la atención con la avant premiere de su nueva película Homo Argentum. Sin embargo, lo que debería ser un momento de celebración se tornó en una manifestación de solidaridad hacia su excompañera Julieta Prandi, quien atraviesa un juicio complicado contra su exmarido, Claudio Contardi. Al ser consultado sobre la situación de Julieta, un tono serio y empático invadió su discurso. “Es una semana muy dura para ella”, afirmó Francella, expresando su pesar y enviándole “todas las bendiciones del mundo”. La conexión entre ambos, forjada durante su trabajo en Poné a Francella, se hizo evidente en sus palabras que reflejaban una preocupación genuina por el bienestar de la actriz.
A medida que se acercaba la sentencia del juicio, Julieta Prandi no pudo escapar del peso emocional que sobrellevaba. En una entrevista, compartió sus sentimientos respecto al juicio y las dificultades que había enfrentado durante el proceso. “No hay preparación posible”, dijo, mientras describía la carga emocional de haber esperado cinco años para poder contar su historia frente a los jueces. Sus palabras estaban cargadas de ansiedad y angustia, ya que el desenlace del juicio representaba una esperanza de justicia no solo para ella, sino también para su familia. La exmodelo se mostró vulnerable, describiendo el impacto que tuvo en ella dar su declaración y cómo esa experiencia la dejó exhausta.
A pesar de contar con medidas de protección, como un botón antipánico y custodia, Julieta expresaba su frustración por la falta de seguridad y de libertad en su vida diaria. “No puedo vivir así los meses que queden de apelaciones”, manifestó, reflejando una necesidad profunda de mantener su autonomía mientras busca justicia. La importancia de una condena efectiva se hacía crucial en sus palabras, ya que la posibilidad de un futuro incierto la atormentaba. Al finalizar su declaración, Julieta describió cómo vivió una “descarga de muchos años de dolor y angustia” al salir de la sala del tribunal, dejando entrever un rayo de esperanza ante la posibilidad de cerrar un capítulo doloroso de su vida.
