Críticas de Javier Milei a la ONU en la 80ª Asamblea General
En su intervención en la 80ª Asamblea General de las Naciones Unidas, el presidente argentino Javier Milei expresó su postura enérgica y decidida sobre el papel del organismo internacional. Según Milei, la ONU ha perdido de vista su propósito original y se ha convertido en lo que él denomina un “gobierno supranacional de burócratas internacionales”. Esta crítica resonó en el recinto, donde el mandatario argentino subrayó su preocupación por lo que considera una intromisión en la soberanía de los países y en la vida privada de las personas. Milei argumentó que la organización, en lugar de servir como un foro de mediación de paz, ha derivado en una estructura de poder que busca controlar decisiones que deberían ser autónomas y que afectan tanto a naciones como a individuos.
El discurso de Milei también puso de manifiesto su alineación ideológica con el ex presidente estadounidense Donald Trump. Ambos comparten una visión común sobre la importancia de la libertad económica y la resistencia a las intervenciones estatales. Milei destacó el respaldo que ha recibido de Trump para implementar políticas que propenden a la libertad comercial y los derechos individuales. Esta sinergia ideológica resalta la unión entre sus gobiernos, evidenciando un enfoque compartido frente a las estructuras gubernamentales y a la opinión que ambos tienen sobre el intervencionismo, representando un cambio en la dinámica política y diplomática que, según el presidente argentino, es crucial para recuperar el control sobre las decisiones nacionales.
Además, Milei alertó sobre los riesgos asociados a la inmigración masiva y no regulada, diferenciándola de lo que él califica como “invasión” debido a políticas laxas. Este tema no solo refleja su firme postura sobre la soberanía, sino que también señala la necesidad de revisar cómo los organismos internacionales, como la ONU, interactúan con las políticas migratorias de cada nación. En esta línea, Milei enfatizó que su administración mantendrá una postura clara y firme en defensa de las libertades que considera esenciales, rechazando cualquier iniciativa que pueda vulnerar estos principios. Su discurso refleja un enfoque crítico y desafiante hacia un orden mundial que él cree que necesita un conjunto de reformas profundas.
