El Aumento de la Deuda Externa en Argentina: Un Desafío Creciente
El panorama económico argentino está atravesando un momento decisivo con el reciente anuncio del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC): la deuda externa bruta ha alcanzado un alarmante 46,7% del Producto Bruto Interno (PBI). Este porcentaje, el más elevado desde el inicio del gobierno de Javier Milei en 2024, ha generado preocupación entre economistas y analistas financieros. Con un total de 316.935 millones de dólares en deudas acumuladas, el país se enfrenta a un incremento de casi 9.700 millones de dólares en solo un trimestre, lo que refleja no solo un desafío interno, sino también la influencia de las tensiones financieras y económicas a nivel global.
Un aspecto clave que hay que considerar es la composición de esta deuda. De acuerdo con el INDEC, el incremento se debe, en gran parte, al endeudamiento de sociedades no financieras, hogares y organizaciones sin fines de lucro. Sin embargo, el Estado argentino y las entidades bancarias también han jugado un papel fundamental en este fenómeno, con préstamos que han intensificado la carga económica del país. Cabe destacar que, aunque el Banco Central de la República Argentina (BCRA) presentó una disminución en sus pasivos, esto no ha logrado mitigar el impacto de un escenario económico global poco alentador.
Otra dimensión a analizar es la proporción de deuda que se encuentra en manos de organismos internacionales. De los 316.935 millones de dólares en deuda externa, 96.521 millones provienen de entidades como el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF). En este punto, el FMI se lleva el 60% de la carga. Asimismo, es esencial mencionar que una asombrosa mayoría del total de la deuda está en moneda extranjera, y más del 70% de ella se clasifica como de ‘largo plazo’, lo que implica compromisos económicos prolongados que seguirán presionando sobre las finanzas del país en los próximos años.
