La Alerta de los Científicos sobre la Cordillera de los Andes: Un Riesgo para la Seguridad Hídrica
Recientemente, un grupo de científicos ha lanzado una alarmante advertencia sobre la cordillera de los Andes, que está directamente relacionada con la seguridad hídrica de la región. La reducción de la capa de nieve, también conocida como manto nival, está afectando a la infraestructura hídrica de Chile de manera significativa. Según un informe liderado por el climatólogo Raúl Cordero, en los últimos 20 años se han perdido más de 3.500 km² de esta nieve, un área equivalente a seis veces la superficie de la ciudad de Santiago. Esta disminución es especialmente crítica en la zona central del país, donde muchos ríos dependen del deshielo estacional para abastecer a millones de personas. Sin una acción urgente, esta situación puede derivar en una crisis hídrica aguda.
Pero la problemática no se limita a Chile; la Argentina también comenzará a sentir los efectos colaterales de esta crisis. La cordillera de los Andes actúa como una gran barrera natural que regula el flujo de agua entre ambos países. La posible crisis hídrica podría tener repercusiones graves en la biodiversidad argentina, especialmente en regiones cercanas a la frontera. La disminución del manto nival tiene un impacto directo en los ecosistemas que dependen de los ríos alimentados por el deshielo, lo que podría desestabilizar cadenas alimenticias y afectar a diversas especies autóctonas. Este fenómeno también se ha visto exacerbado por el cambio en los patrones climáticos, como el desplazamiento de los vientos del oeste hacia el sur, en un contexto más amplio de variabilidad climática global.
Por último, es fundamental entender que esta situación no solo es un problema local, sino que forma parte de una crisis hídrica global más amplia. La pérdida de glaciares en diversas partes del mundo es una señal clara de que los recursos hídricos están en peligro. Los expertos advierten que este fenómeno no solo afectará a los Andes chilenos, sino que podría expandirse a otras regiones del planeta donde el agua dulce es un recurso escaso. El cambio climático, en última instancia, plantea desafíos a nivel mundial que requieren no solo conocimiento, sino también acción coordinada entre países para garantizar la sostenibilidad de los recursos hídricos y la biodiversidad que depende de ellos.
