La Amistad Inquebrantable de Sarah Burlando y Ana García Moritán
A tan corta edad, las hijas de Barby Franco y Pampita, Sarah Burlando y Ana García Moritán, han forjado una amistad entrañable que se refleja en sus múltiples actividades juntas. La complicidad entre ellas es evidente: comparten clases de natación y equitación, y disfrutan de tardes llenas de juegos y risas. Este martes no fue la excepción, ya que ambas pequeñas se reunieron para disfrutar de una jornada especial. Barby compartió en sus redes sociales momentos previos a la clase de equitación, donde se podía ver a Ana abrazando a Sarah, con una sonrisa que iluminaba sus rostros mientras lucían cascos de montar y abrigos combinados. Esta imagen retrata la felicidad pura de la infancia y el inicio de una hermosa amistad.
Durante la clase de equitación, la interacción de Sarah con los caballos reveló una asombrosa confianza. Sostenía su chupete mientras extendía el brazo para tocar a un caballo, y poco después, con la ayuda de su entrenadora, logró subirse al lomo del animal. Barby, entusiasmada, no pudo evitar compartir su asombro en las redes, señalando la soltura de su hija. Esta experiencia no solo es fundamental para el desarrollo de las niñas, sino que también imprime un sentido de aventura y alegría en su relación, ya que ambas se alientan mutuamente en cada paso que dan.
Después de una emocionante sesión ecuestre, las pequeñas cambiaron su vestimenta de equitación por disfraces de sus princesas favoritas, creando un ambiente mágico. Mientras Sarah lucía como Blancanieves, Ana optó por presentarse como Elsa de "Frozen". Estos momentos de juego no son solo diversión; también fomentan su creatividad e imaginación. En una pequeña mesa, entre risas y budines, las niñas disfrutaron de una merienda y mostraron sus datos artísticos con maquillaje, demostrando que su amistad no solo se basa en actividades físicas, sino también en momentos llenos de ternura y complicidad. Desde juegos hasta sus primeros pasos en el mundo ecuestre, la relación entre Sarah y Ana sigue creciendo, cimentada en actividades compartidas que celebran la infancia de forma genuina y alegre.
