El Renacer de los Plazos Fijos en Dólares: Un Alivio para los Ahorristas
Después de varios años de tasas poco atractivas, los plazos fijos en dólares están volviendo a ganar protagonismo en el mercado financiero argentino. En el último mes, diversas entidades bancarias han relanzado sus ofertas, generando una respuesta muy positiva entre los ahorristas. Este resurgimiento está impulsado por la necesidad de las instituciones de captar los dólares que muchas personas han guardado fuera del sistema bancario, en lo que coloquialmente se conoce como “el colchón”. Además, los movimientos estratégicos implementados por el Banco Central de la República Argentina, como la eliminación de los pasivos remunerados por las LEFIs, han dejado el terreno preparado para que los plazos fijos ofrezcan tasas mucho más atractivas.
La evolución de las tasas de interés en el contexto internacional también ha jugado un papel clave. Con la inflación de Estados Unidos en un 2.4% anual, las ofertas de plazos fijos en dólares han tomado un nuevo impulso. Algunos bancos han comenzado a ofrecer rendimientos que incluso superan el índice inflacionario estadounidense, algo que no se veía hace tiempo. Por ejemplo, el Banco Supervielle se destaca con un rendimiento del 5.5% para inversiones a un año y un atractivo 2.5% para colocaciones a 90 días. No se queda atrás el Banco Macro, que ofrece una tasa nominal del 5.15%, lo que refleja el renovado interés del público por estas modalidades de inversión más a largo plazo.
Por su parte, el Banco Nación ha diversificado su oferta, brindando opciones diferentes según el canal de inversión: quienes opten por operar en sucursal recibirán una tasa del 2.25%, mientras que los que elijan invertir en línea disfrutarán de un TNA del 5%. Además, el BBVA ha diseñado su propuesta para atraer a los inversionistas que prefieren plazos superiores a 270 días, con una oferta del 4.5% anual. Otras entidades como Galicia, Comafi, Patagonia y el Banco Hipotecario también están ajustando sus tasas competitivas, de acuerdo a los plazos y las cantidades mínimas requeridas. Este auge en las tasas no solo refleja un clima de competitividad entre los bancos, sino que también representa una oportunidad valiosa para los ahorristas que buscan rendimiento y estabilidad en sus inversiones.
