Un Debut Con Sabor a Triunfo

El inicio de Davide Ancelotti como técnico de Botafogo no pudo ser más auspicioso. Enfrentando nada menos que al clásico rival Vasco da Gama, el joven italiano logró una victoria contundente de 2-0 en su primer partido en el Brasileirão. Sin embargo, su estreno tuvo un giro inesperado: por un contratiempo administrativo, no pudo ser registrado oficialmente como director técnico y, en su lugar, fue su ayudante quien dio las indicaciones desde el banco.

Un Contratiempo Burocrático

La llegada de Ancelotti a Botafogo estuvo marcada por un curioso problema burocrático. Aunque se preparó durante toda la semana para dirigir al equipo, su nombre no figuraba como entrenador principal en la planilla del partido. La CBF no había aprobado su registro como director técnico del primer equipo debido a cuestiones relacionadas con su salida de la selección brasileña. Así, el joven de 35 años se vio forzado a aparecer en el acta como entrenador de arqueros, un rol más simbólico que funcional, donde pudo observar el desarrollo del juego, aunque sin la capacidad de dar instrucciones oficiales.

La Senda de la Victoria

A pesar de la situación, la estrategia que Ancelotti había preparado se hizo evidente en el campo de juego. Cacapa, su colaborador, asumió el rol de transmitir las instrucciones, pero el peso del trabajo y la preparación del equipo recayó en el nuevo técnico. Post partido, la victoria fue celebrada entre risas y abrazos con el dueño del club, John Textor, mientras Cacapa elogiaba el trabajo de Ancelotti: “Él fue un asistente excepcional, participó lo mejor que pudo”. La consagración en este debut mantiene al Fogão en la pelea, alcanzando los 21 puntos en la tabla, a solo seis de Flamengo, el líder del torneo.