Cómo convertir los DVD en archivos digitales para ver en PC
La importancia de digitalizar tus DVD
En la era del streaming y los dispositivos digitales, convertir esos viejos DVDs en archivos digitales se ha vuelto esencial. Además de liberar espacio físico en casa, esta práctica te permite disfrutar de tus películas y series favoritas sin necesidad de un reproductor de DVD. La digitalización también protege tus colecciones de posibles daños. ¿Cuántas veces se te ha caído un disco? O quizás tienes discos que ya no funcionan. Al convertirlos a formato digital, tendrás una copia de seguridad que asegurará que puedas disfrutar del contenido en cualquier momento.
Herramientas necesarias para la conversión
Antes de comenzar, necesitas contar con algunas herramientas básicas. En primer lugar, un ordenador con una unidad de DVD, aunque, si no tienes una, hay adaptadores USB que pueden ser útiles. Luego, necesitarás un software de conversión. HandBrake, por ejemplo, es una opción popular y gratuita que está disponible en Windows, macOS y Linux. Este programa puede manejar casi cualquier tipo de DVD, permitiéndote extraer el contenido y convertirlo a formatos como MP4 o MKV. Además, si tu DVD tiene protección contra copia, podrías necesitar un adicional como LibDVDCSS para descifrarlo.
Proceso paso a paso para la conversión
Ahora que tienes las herramientas listas, es hora de pasar a la acción. Empezá abriendo HandBrake e insertando el DVD en la unidad. Una vez que el software reconozca el disco, seleccioná la fuente. A continuación, elige la título que deseas convertir; esto es importante, ya que muchos DVDs tienen bonus o contenido adicional. Seleccioná la calidad de salida y el formato, asegurándote de que la opción “Passthru” esté marcada si solo querés la pista de audio original. Finalmente, elegí la carpeta en la que se va a guardar el archivo digital y hacé clic en “Iniciar codificación”. Así de simple, en unos minutos tendrás tu película lista para ver en tu PC, con la ventaja de un acceso mucho más cómodo y rápido.
