Endeudamiento en Argentina: Una Trendencia Alarming
Un reciente informe del Banco Central de Argentina ha encendido las alarmas sobre el creciente endeudamiento de los argentinos. Con un promedio de $5,6 millones de deuda acumulada por persona, estamos ante un fenómeno que supera las cifras registradas en años anteriores. Este 75% de aumento interanual no solo preocupa a los expertos en finanzas, sino que también refleja una realidad cada vez más incierta para la ciudadanía. La manera en que las familias manejan su financiamiento se ha dividido en dos circuitos principales: el bancario, que incluye préstamos otorgados por entidades convencionales, y el extrabancario, donde las billeteras virtuales, créditos en comercios y cooperativas no bancarias juegan un rol central.
El análisis del Banco Central detalla que, en promedio, los argentinos deben $4,4 millones en deudas bancarias y otros $1,2 millones en créditos extrabancarios. Este panorama revela una dependencia alarmante del crédito para sostener el consumo, en un contexto económico caracterizado por una inflación desmedida. Cerca de 6,2 millones de personas se encuentran en la complicada situación de gestionar deudas en ambos circuitos, lo que genera una presión financiera considerable. Además, las tasas de interés en este tipo de financiamiento son notoriamente más altas, a menudo superando en cuatro veces la tasa de inflación actual. Esto convierte el pago de deudas en una carga difícil de sobrellevar para muchos hogares argentinos.
A medida que la morosidad se incrementa —con un 27% de las cuentas de financiación para electrodomésticos en estado de impago—, las familias enfrentan desafíos multifacéticos. Un contexto de inflación constante que erosiona el poder adquisitivo, combinado con el aumento de costos asociados a los créditos, lleva a una dependencia del sistema financiero que parece insostenible. Los expertos alertan que este ciclo puede ser particularmente perjudicial en tiempos de crisis, cuando la capacidad de pago se ve severamente afectada. Este reiterado entrar y salir del endeudamiento coloca a muchas familias en una situación de vulnerabilidad financiera, donde cada mes se convierte en una lucha por equilibrar cuentas y satisfacer obligaciones crediticias.
