La historia de Oso: un ejemplo de recuperación y amor
Oso, un dogo argentino, llegó al refugio tras una denuncia por maltrato animal. Su ingreso marcó el inicio de un largo proceso que combinó atención veterinaria y un profundo esfuerzo emocional. En Sanidad Animal, cada animal recibe un cuidado integral que incluye castración y estudios veterinarios. Sin embargo, como explica Pablo Roque, director del área, la parte más delicada es reconstruir la confianza. Oso había perdido la fe en los humanos debido a su pasado, y fue necesario un trabajo paciente y comprometido por parte del equipo para ayudarlo a sentir seguridad nuevamente.
La importancia de la adopción responsable
Con el paso del tiempo, los esfuerzos del equipo comenzaron a dar frutos. En el marco de las fiestas navideñas, apareció Martín, quien sin dudarlo decidió adoptar a Oso. Este gesto fue más que simple generosidad; fue un acto consciente que refleja el verdadero significado de la adopción responsable. Según Roque, “La adopción responsable es un acto de amor, pero también de conciencia”. Cada adopción implica un compromiso a largo plazo y una responsabilidad que va más allá de tomar a un animal y llevarlo a casa.
Un año de logros y segundas oportunidades
La historia de Oso es solo una de las más de 20 vidas que lograron reconstruirse en este año gracias a la Labor de Sanidad Animal y la asociación civil Dejando Huellas. Cada perro o perra recuperada en estas circunstancias se convierte en un reflejo del trabajo y la dedicación del equipo. Oso, al igual que sus compañeros, ha encontrado una familia dispuesta a brindarle un hogar y amor incondicional. Desde Sanidad Animal, se agradece especialmente a Martín y a todos aquellos que eligen adoptar de manera responsable, reafirmando su compromiso con la recuperación y las oportunidades para aquellos que más lo necesitan.
